VISTA PANORÁMICA DE JUMBILLA
No me acuerdo las veces que viaje a la capital de la provincia de Bongara; pero cada viaje que se hace son colores y sentimientos distintos. Nuestros ojos se agrandan ante la belleza de sus paisajes, el sonido del rió Imaza o la hermosura de su emblemático cerro Huañambre que esta a la entrada de la capital de la provincia. Llegar a Jumbilla es, respirar nuevos aromas. Aroma a orquídeas, a rosas a yerba verde donde pastan cientos de ganado vacuno que crecen y se reproducen a su libre albedrío. JUMBILLA es la tierra de Pablo Visalot, un sacerdote fuera de serie, no solo por su inteligencia e inquebrantable fe, sino también por su avocación a los humildes y marginados. Hoy sus restos estan enterrados en Chisquilla, lugar distante a quince minutos de Jumbilla.
HISTORIA
Este distrito de penetración a la selva amazónica, se crea el 26 de diciembre de 1870, conviertiendose en capital de la provincia de Bongará, cuando esta es trasladad de San Carlos. Su ubicación geografica y extensión territorial es de 154.6 km2 la hacen punto obligado para unir Alto Imaza (chachapoyas) y Bajo Imaza (Yambrasbamba y San Martín). Su nombre viene de un extinguido fruto llamado Tumbillo, que con el tiempo dio paso a Jumbilla, que es conocida también como capital de las orquídeas.
ALGUNAS CATARATAS QUE SE APRECIAN EN EL DISTRITO.
Su casco urbano, simula los viejos diseños arquitectónicos españoles, con extensos solares, fachadas de mucho porte y elegancia, balcones admirables, pero lamentablemente abandonados por sus propietarios y quiza una vision politica vecinal para preservarlos y convertirlos en patrimonio local. En las mañanas, el sol quema hasta tus entrañas, en las noches la luna acompaña y hace tu sombra. Es pequeña, huele a selva dulce. Sus calles son estrechas pintadas de mil colores y mantienen muchas de ellas sus tejas de arcilla.
TODOS LOS CAMINOS PARA UN DESTINO
Ahora, existen dos vías para llegar a Jumbilla. La que viene de vilcaniza, pasa por Beirut, Corosha y la que penetra de Molinopampa, Cashac, Goncha. Ambas son permitidas para todo viajero que gusta de la aventura, del color y la pincelada natural de su entorno marcada por la policromía. En esa variedad de paisajes, destacan sus innumerables cataratas como: Gogta, cercano a Jumbilla, Tista, Vista Hermosa, que se asemejan a “velos de novia”. Cada gota que cae sobre tu cuerpo son pequeños golpes que te relajan y quieres dormitar en sus aguas tibias o frías, dependiendo de la estación.
O si tu espíritu de la aventura, te hace viajar, puedes subir el cerro de Ayaurco y visitar las cavernas petrificantes de Santa María o contemplar desde la cruz de piedra erigida por los conquistadores y divisar todo el valle del Imaza, cuyo río va a unirse con el Marañón en la provincia de Condorcanqui, o madrugar a las chacras donde se cultiva el limoncillo para ver volar a los colibríes. Esos pequeños “quintes”, que mueven sus alas a una velocidad impresionante y chupan la miel de las flores y vuelan a la velocidad de un rayo. Es mágico, real y maravilloso, poner el ojo en el lente de una cámara y tomar las fotos que uno quiera a tan hermosas aves.
Expectacular foto de un colibri chupando una flor
Si vas en Junio a pasar sus fiestas patronales, prepárate a amanecer con el sonido de las bandas de su música, con los cánticos de las pandillas barriales, los cohetes que pasan silbando tus orejas o ventanas de tus habitaciones. O tan solo ver las alegorías a San Juan Bautista, los plaza pichis que hacen para exhibir sus comidas tradicionales y ver bailar la Danza de Roba Gallina.
En Jumbilla, todo es silencio cuando no hay fiestas. Es paz, es sociego. Es también dulzura para tus oídos al escuchar las melodías de la naturaleza. Es reencontrarse con el pasado. Es imaginarse como los españoles y sacerdotes pasaron por esta misma ruta a la conquista de otras razas, es decir, nuestra raza. Es imaginarse el camino sin retorno de mucha gente que a pata, viajo a Iquitos. Es imaginarse como sus hijos, devoran al tiempo y ganan misericordias al orar a su Patron "El Señor de las Montañas"
( Autor: Manuel Cabañas Lopez)
HISTORIA
Este distrito de penetración a la selva amazónica, se crea el 26 de diciembre de 1870, conviertiendose en capital de la provincia de Bongará, cuando esta es trasladad de San Carlos. Su ubicación geografica y extensión territorial es de 154.6 km2 la hacen punto obligado para unir Alto Imaza (chachapoyas) y Bajo Imaza (Yambrasbamba y San Martín). Su nombre viene de un extinguido fruto llamado Tumbillo, que con el tiempo dio paso a Jumbilla, que es conocida también como capital de las orquídeas.
ALGUNAS CATARATAS QUE SE APRECIAN EN EL DISTRITO.
Su casco urbano, simula los viejos diseños arquitectónicos españoles, con extensos solares, fachadas de mucho porte y elegancia, balcones admirables, pero lamentablemente abandonados por sus propietarios y quiza una vision politica vecinal para preservarlos y convertirlos en patrimonio local. En las mañanas, el sol quema hasta tus entrañas, en las noches la luna acompaña y hace tu sombra. Es pequeña, huele a selva dulce. Sus calles son estrechas pintadas de mil colores y mantienen muchas de ellas sus tejas de arcilla.
TODOS LOS CAMINOS PARA UN DESTINO
Ahora, existen dos vías para llegar a Jumbilla. La que viene de vilcaniza, pasa por Beirut, Corosha y la que penetra de Molinopampa, Cashac, Goncha. Ambas son permitidas para todo viajero que gusta de la aventura, del color y la pincelada natural de su entorno marcada por la policromía. En esa variedad de paisajes, destacan sus innumerables cataratas como: Gogta, cercano a Jumbilla, Tista, Vista Hermosa, que se asemejan a “velos de novia”. Cada gota que cae sobre tu cuerpo son pequeños golpes que te relajan y quieres dormitar en sus aguas tibias o frías, dependiendo de la estación.
O si tu espíritu de la aventura, te hace viajar, puedes subir el cerro de Ayaurco y visitar las cavernas petrificantes de Santa María o contemplar desde la cruz de piedra erigida por los conquistadores y divisar todo el valle del Imaza, cuyo río va a unirse con el Marañón en la provincia de Condorcanqui, o madrugar a las chacras donde se cultiva el limoncillo para ver volar a los colibríes. Esos pequeños “quintes”, que mueven sus alas a una velocidad impresionante y chupan la miel de las flores y vuelan a la velocidad de un rayo. Es mágico, real y maravilloso, poner el ojo en el lente de una cámara y tomar las fotos que uno quiera a tan hermosas aves.
Expectacular foto de un colibri chupando una flor
Bailes tradicionales que se muestran en sus fiestas
Simbolico bautizo al Alcalde Provincial Constantino Chochabot.
Amaru Tello, Presidente de las fiestas patronales 2009
En Jumbilla, todo es silencio cuando no hay fiestas. Es paz, es sociego. Es también dulzura para tus oídos al escuchar las melodías de la naturaleza. Es reencontrarse con el pasado. Es imaginarse como los españoles y sacerdotes pasaron por esta misma ruta a la conquista de otras razas, es decir, nuestra raza. Es imaginarse el camino sin retorno de mucha gente que a pata, viajo a Iquitos. Es imaginarse como sus hijos, devoran al tiempo y ganan misericordias al orar a su Patron "El Señor de las Montañas"
Cavernas petrificadas de Santa Maria
( Autor: Manuel Cabañas Lopez)
Bellísima reseña ! Espero algún día conocer !
ResponderEliminarHermosa reseña, me gustaría saber los rituales de Jumbilla.
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