Javier Gaspar Reynaga es un emprendedor rural que provee servicios a los turistas que llegan al distrito de Valera, provincia de Bongará, en la región Amazonas. Javier, como varios de sus coterráneos, siembra caña de azúcar, café, maíz, entre otros cultivos. Se han organizado para ofrecer servicios de guías de turismo en el camino que conduce a la tercera catarata más alta del mundo, Gotca. Y que al igual que Kuélap, Karajía y el museo de Leymebamba atraen a muchos visitantes nacionales y extranjeros que llegan a Chachapoyas por vía terrestre tras nueve horas desde Chiclayo. También se llega por avión hasta Tarapoto y en siete horas a Chachapoyas. Y como parte del Circuito Turístico del Norte, se puede llegar a Chachapoyas desde Cajamarca vía Celendín aunque la vía aún no ha sido asfaltada. Precisamente, Cocachimba, el pequeño centro poblado en las faldas de Gotca, cuenta con un excelente hotel del cual se divisa un paisaje natural de clase mundial avistando varias caídas de agua. Una vez que se inicien los vuelos a la capital amazonense el mayor flujo turístico creará demanda para empresas y emprendimientos ubicados tanto en las ciudades como en el medio rural.
El espíritu emprendedor nace de actitudes personales que se pueden cultivar. Quienes tienen interés en aprovechar oportunidades se organizan para compartir las ventajas de la unión que hace la fuerza. Es previsible que en Amazonas existan varias ideas de negocios en mente y muchas de ellas podrán convertirse en planes de negocios. Una cosa es la impronta emprendedora y otra el ‘oficio de empresario’. Para el desarrollo de un territorio con tantas potencialidades como Amazonas se requieren emprendimientos –las empresas del mañana– que traerán el anhelado empleo y desarrollo inclusivo con acceso a oportunidades y derechos. Un saludo desde esta columna a la comunidad de Cocachimba augurándoles nuevos éxitos gracias a su laboriosidad, empeño y creatividad
El espíritu emprendedor nace de actitudes personales que se pueden cultivar. Quienes tienen interés en aprovechar oportunidades se organizan para compartir las ventajas de la unión que hace la fuerza. Es previsible que en Amazonas existan varias ideas de negocios en mente y muchas de ellas podrán convertirse en planes de negocios. Una cosa es la impronta emprendedora y otra el ‘oficio de empresario’. Para el desarrollo de un territorio con tantas potencialidades como Amazonas se requieren emprendimientos –las empresas del mañana– que traerán el anhelado empleo y desarrollo inclusivo con acceso a oportunidades y derechos. Un saludo desde esta columna a la comunidad de Cocachimba augurándoles nuevos éxitos gracias a su laboriosidad, empeño y creatividad
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